Saber que lo prohibido me puede hacer libre es la manera más bonita de cometer un delito sin que me sienta culpable y al mismo tiempo te tengo a ti para que seas la cómplice de todas mis locuras.
He alcanzado el éxito, o al menos aquello que me hace sentir bien, y he llegado a la conclusión de que todo lo que tenga que pasar, llegará en mi momento, en el tuyo o en el de las dos. Puede ser que llegue un día en el que no sepamos reaccionar, o puede que un día por sorpresa, o quien sabe, quizá cuando estemos completamente preparadas.
No hablo de nada que ya no sepas, de eso que guardamos en secreto y de todo lo que soñamos cuando nos deslizamos por las montañas, bajando laderas y subiendo colinas.
Hay caminos que nos llevan a sitios desconocidos y otros que están completamente vedados. Hay veces que la tentación de cruzar lo prohibido no nos da miedo y seguimos adelante para descubrir que aunque no podamos pasar, sinceramente, es la manera más bonita de avanzar.